Clemenrubí, el fruto de los mejores cuidados
La Clemenrubí es una variedad que requiere muchísima atención durante todo el año, especialmente en verano. Al ser extra temprana es de las primeras en salir al mercado y, por tanto, tiene buena venta. En las temporadas de invierno y primavera hay que controlar sus enfermedades, tanto de origen fúngico como bacteriológico. El hongo se reproduce y desarrolla magníficamente en climas húmedos y temperaturas suaves, por lo que hay que tener especial cuidado, ya que son condiciones típicas en nuestra área geográfica. Las bacterias también pueden afectar a climas húmedos, y se asientan muy bien con ambientes fríos. Cuando los árboles comienzan a brotar es importante prestar atención a la aparición de pulgón. Esta plaga, si no se controla, coloniza muy rápidamente y hay que saberla tratar a tiempo.
La clemenrubí pertenece a una variedad que florece abundantemente y no tiene problemas en el cuajado de la fruta (cuando la flor termina germinando). Por lo que el exceso de cuajado hay que controlarlo y purgarlo si hiciera falta. Cuando llega el verano, hay que vigilar plagas como la mosca de la fruta (Ceratitis capitata) o los ácaros, y erradicar inmediatamente el mínimo foco localizado. Además, se debe actuar con rapidez, ya que se trata de plagas que se reproducen con muchísima celeridad y pueden ocasionar daños irreparables en la fruta.
Otra de las vulnerabilidades de esta variedad es el golpe de sol. Al desarrollarse el fruto en épocas de altas temperaturas, se producen pequeñas manchas de color negro que afectan a la estética de la mandarina. Asimismo, otro de los problemas que se le atribuyen a esta variedad es el rajado de la fruta, ya que se abre de dentro hacia fuera por efecto de la presión interna. Esto es debido a que tiene la piel fina (con la aplicación de calcio se aminora).
Cuidados como el de la poda son de vital importancia también. Una poda bien realizada al finalizar la recolección y con vistas a la producción de la siguiente temporada es clave, pues al podar se elimina masa vegetal innecesaria y crea espacios internos en el árbol. Estos espacios hacen que el árbol produzca más fruta en el interior, y como consecuencia, mayor volumen y calidad de fruta.
Como última nota decir que la clemenrubí es una mandarina clementina cara y complicada de producir, sin embargo, al ser una clementina extra temprana y de mucha calidad, el mercado la paga a buen precio. También requiere saber muy bien lo que se hace si se pretende obtener una fruta con calibre y de máxima calidad.
Esta mandarina tiene una coloración naranja y rojiza intensa, característica que la hace muy atractiva a la vista. La pulpa es tierna y del interior podemos extraer un alto contenido en zumo de agradable sabor. Esta es fácil de pelar, por tanto, es un producto perfecto para todos los consumidores, sobre todo, para los más pequeños de la casa. Su fecha óptima de recolección es del 25 septiembre al 25 de octubre, aproximadamente.